La mayoría de las veces voy solo al agua. Con el tiempo he ido conociendo a gente, aunque no me sé el nombre de muchos de ellos las sensaciones son diferentes si no te sientes como un extraño en el pico. Por eso los saludos, las buenas caras, el buen rollo son muy de agradecer.
Cuando pasas un invierno sin apenas darte un baño, te ves fuera de forma y piensas que ya se te ha olvidado todo, de pronto llega una ola que te hace vibrar y sientes la emoción y adrenalina a tope.

Pero falta un colega al lado con quien compartir tu flipada.
Y es entonces cuando una persona que no conoces de nada te mira y te dice «¡¡vaya ola más chula que acabas de pillar!!»
Él no lo sabe, pero me ha dejado feliz para todo el día, o toda la semana.
Muchas gracias
¡Jajaja! Entiendo perfectamente lo que dices… Ese amigo que disfruta de tus olas como tú es una satisfacción tenerlo cerca, el Surfing también es compartir, aunque si es con pocos amigos ¡mejor!, jejeje…
¡Saludos y a seguir con las buenas olas chaval! 😉
Es que una ola con testigos parece que presta el doble, jejejeje
Y yo ahora, desde lejos, recuerdo que alguna de mis mejores sesiones fue estando contigo, solos en el pico, de chachara con los ultimos rayos del sol. Y eso sin haber muy buenas olas (o ninguna) .
Algun dia volvere para repetirlo.
Un abrazo!
Sí señor, buenos baños. Los recuerdo perfectamente. Si te sirve de consuelo poco he podido bañarme desde entonces. Por aquí aguantaremos esperando a que vuelvas y poder repetir un bañaco de esos en la izquierda pancha que nos flipa tanto, jejeje. Un abrazo y a cuidarse!!